
Los trabajos han sido realizados por los restauradores Dª Gracia Sallés Silva y Don Fernando Trigo del Bosh, que durante un periodo de cuatro meses han sometido a dicha imagen a un proceso de limpieza, por la excesiva suciedad y presencia de repintes, de eliminación de todos aquellos elementos ajenos al original, así como a un meticuloso y delicado tratamiento de consolidación de la estructura para devolverle la fortaleza perdida. Esta falta de estabilidad se hacía visible en los ensambles superiores pero, sin embargo, se encontraba mucho mas acentuado en los inferiores, por la tracción mecánica que ejercen las alas en la salida procesional del Lunes Santo.